Jóvenes y Católicos

Con una taza anual del 1,0 por ciento y una tendencia a la baja, el crecimiento de la población está claramente por debajo del promedio para América Latina: en el año 2012, se reportó un promedio de 1,45 hijos por mujer en edad fértil; en 1982 la cifra representaba un 2,6. La población es muy jóven: el 22 % es menor de 14, y solo el 14 % mayor de 60 años. Sin embargo, la población está envejeciendo a causa del control de la natalidad y el aumento de la expectativa de vida (78 años).

Dos tercios de la población de Chile se confiesa católico, aunque muchos no son practicantes. El Vaticano considera a Chile su último baluarte por la cantidad de adeptos y poder que mantiene en este país colonizado por los españoles. La iglesia católica deja sentir su enorme influencia tanto en el ámbito político como en el social, emprendiendo por ejemplo, cruzadas morales contra el aborto, los anticonceptivos o el divorcio. Por otro lado, las congregaciones católicas proporcionan valiosos servicios sociales y durante la dictadura militar, tanto obispos como el clero apoyaron la causa de los derechos humanos y ayudaron a muchas víctimas.

En los últimos años, iglesias evangélicas fundamentalistas (pentecostales), provenientes de Estados Unidos, así como los bautistas y metodistas han ganado espacio en Chile. Los grupos esotéricos profitan de la muy popular creencia en milagros, mientras que los protestantes ocupan un lugar más bien menor. Las pocas iglesias luteranas fueron fundadas por inmigrantes alemanes.